lunes, 9 de junio de 2014

Historias con Palabras.“Highschool of the dead” – Eros Martín - 4º D



Lo primero es lo primero y lo primero ahora mismo es presentarme aunque claro a quién le importa mi verdadero nombre así que llamadme por mi apodo Oda.
Puede parecer raro pero la historia que os contaré sucedió cuando estaba en el instituto pero tranquilos os aseguro que no será una historia de amor, amistad y de la vida tal y como la conocemos.
Comencemos la historia que comienza de esta forma tan poco convencional.
“Y ahí estaba yo corriendo por sobrevivir quien hubiese dicho que de todas las personas del mundo tan solo unos pocos se dieron cuenta de que el fin del mundo se acercaba.”
CAPÍTULO 1:
EL PRIMER CONTACTO
-Oda, Oda, venga vamos a qué esperas. Sal ya a la pizarra tienes que hacer el ejercicio. Deja de estar en las nubes.
-No quiero, pero seguro que no cambiaras lo que has dicho.
Me dirigí a la pizarra farfullando unas cuantas palabras un poco digamos soez. Después de ese momento que me producía yuyu me dirigí al profesor y le pregunte si podía ir al baño. Contesto dándome la tarjeta necesaria para ello pero lo que no sabía era lo que me esperaría ver ahí abajo (pequeños gritos y golpes se oían de la puerta principal).
Varios profesores se dirigieron hacia el hombre rechoncho y poco expresivo que provocaba esos sonidos y daba esos golpes que, curiosamente, los daba con todo el cuerpo. Lo primero que me vino a la mente fue que estaría borracho cosa rara porque solo eran las 9 de la mañana así que pensé que tendría algún tipo de tara, pero no sería tan sencillo.
El director fue a “hablar” con ese hombre abrieron la puerta y no sé que le pasaría pero le ató violentamente, intentó defenderse como pudo pero incluso  con 2 personas ayudándolo no pudieron quitárselo de encima hasta que murió desangrada por culpa de un mordisco en el cuello, o eso creíamos pero el director se levantó como si nada y empezó a atacar a los demás. Yo  que ya sabía de que se trataba me dirigí a la clase tan raudo como pude, abrí la puerta y sin hacer ni puto caso al profesor fui a hablar con Jeremi, Gianfranco, Gabriel y Santi y les dije lo que paso pero de ellos solo Jeremi me creyó y salió corriendo conmigo antes de que dijeran nada pero no nos dio tiempo de llegar al taller de tecnología antes de que se oyera por megafonía.
-A todos los estudiantes estamos sufriendo un ataque terrorista esto no es un simulacro repito esto no es un si… ( golpe en seco y silencio durante unos segundos) ¡¡¡Espera, para, no, por favor no me muerdas, aléjate!!! ¡no! ¡¡¡¡NOOOO!!! (fin de la transmisión). Eso era justo lo que más temía ya que por culpa de eso todos los estudiantes y profesores salieron de golpe de todas las clases lo que produjo un baño de muertes y sangre en las escaleras y pasillo lo que a su vez era un banquete para “ELLOS”.
CAPÍTULO 2:
UNIÓN DE SUPERVIVENCIA
Después de lo sucedido conseguimos llegar a salvo al taller pero no fuimos los únicos. Un pequeño grupo de solo 3 integrantes proveniente del anexo habían llegado antes. Para mi asombro eran Gastón un tipo no muy meticuloso , Kevin es un poco burdo en  ocasiones pero no es para tanto y un extraño, al que nadie conocía, lo cual no era raro, y que respondía al nombre de L puede ser un poco introvertido pero se puede confiar en él (dentro de lo que cabe). Decidimos, naturalmente que por una unanimidad, ir juntos a buscar recursos y armas para defendernos. Necesitábamos un líder y sin saber por qué el líder al que eligieron fui yo (aunque me sentí bastante honrado).
Empezamos a equiparnos con un par de objetos contundentes y un algún que otro objeto cortante. Hicimos inventario y lo que teníamos era 4 martillos, 2 sierras  y una pistola de clavos de aire comprimido a la cual le hice unos pequeños arreglos le añadí ,con un lápiz y una goma, una mira para hacer más fácil el apuntado y utilizando madera y cinta aislante le puse una culata para evitar un retroceso mayor. De autodefensa estábamos bien pero de comida íbamos bastante mal tan solo teníamos un par de sándwiches  y poco más. Así que nuestra siguiente misión sería buscar comida en la cafetería la cual parecía distante.
Al día siguiente después de dormir en eso áspero y casi pedregal del taller Gastón y yo nos armamos con armas contundentes y salimos para ver algo que sin duda jamás olvidaríamos algo que nos produjo un sentimiento tanto de grima como quejumbroso desde que nuestras miradas se dirigieron hacia “ELLOS” ensangrentados y mutilados. Pero por mucho que lo intentamos solo había un camino y era recordando que ya no era humanos y que ahora el mundo se regía por la ley del más fuerte.
Corrimos contra ellos y apuntando con el martillo le destrozamos el cráneo después de varios más llegamos a la cafetería para coger comida pero antes vomitamos del asco lo que pasamos fue muy visceral pero fue con ánimos de lucro. Recogimos toda la comida y la pusimos en la maleta puede que sea muy zarrapastrosa pero menos da una piedra pero dejamos algunos nimios ya que no eran necesarias. Volvimos al taller para comer y prepararnos para dominar el instituto que obviamente las clases habían quedado obsoletas.
CAPÍTULO 3:
SITUACIÓN DESESPERADA
A la mañana siguiente los 5 fuimos a matarlo a todos como si no fueran nada y eso es un craso error (sé que soy de los que no sobreviviría en una película western y que ni tan siquiera conseguiría entender su jerga y que soy solo un ñoño, pero esto no es algo para tomar a la ligera).
En poco tiempo pudimos librarnos de la mayoría de “ELLOS”  lo cual nos gustó bastante. Solo quedaba el gimnasio para despejar así que reunimos todos los cadáveres en el campo de fútbol del recreo y los quemamos para evitar atraer más por el olor.
Nos costó muchísimo ya que tardamos varias horas en derrotarlos y si conté bien eran como unos 289 alumnos y profesores los que tuvimos que llevar a quemar lo cual tardamos mucho.
Sé que el instituto es muy grande y caben muchas personas por lo que sabemos que muchos consiguieron escapar.
Antes de dirigirnos a liberar el gimnasio decidí echar un vistazo fuera para ver cómo estaba todo y lo que vi no era más que destrucción, muerte y copias de peligro volando sacadas de una xerografía. Miré a la derecha y vi que aún era posible que en la guardería hubiera gente y comida y ese sería nuestro siguiente paso, pero de momento debemos encargarnos del gimnasio.
Sabía que había 3 entradas al gimnasio así que le pedí a Jeremi que fuera por el flanco izquierdo a Kevin le dije que fuera  que le ayudara y a L le dije que fuera por el flanco derecho  Gastón y yo nos encargaríamos de ir por la principal sin saber lo que nos esperaría.

Al entrar no vimos nada y fuimos los 5 al centro pero de repente empezaron a caer de las zonas altas. Al parecer algunos supervivientes se refugiaron en esas zonas sin saber, espero, que uno de ellos había sido mordido. Doy por hecho que esa persona creería que era algo nimio pero el más simple corte manchado con saliva o sangre de “ELLOS” puede convertirte en uno. Aunque eso no era muy importante ya que, en ese preciso instante, habíamos sido rodeados por  unos  15 o 20 de “ELLOS”, de no haber aparecido ella seguramente esto no estaría escrito. Te preguntaras quién es ella y no podría decirte quién era justamente cuando apareció puesto que no la conocía lo único que podría decirte es que era una experta con la katana y que llevaba un corto kimono de color rojo fuego con flores y líneas amarillas y sin duda su aparición nos devolvió la esperanza con la que poder luchar.

1 comentario:

  1. buaaa hace 1 año ya que escribí esta historia, pero aún hoy sigo extendiéndola, la terminaré cuando llegue al capítulo 22 de momento voy por el 20.

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