miércoles, 20 de enero de 2016

HACE MUCHO TIEMPO: Mi madre me contó que...Gabriel Armas


Hace mucho tiempo, mi abuela Candelaria llevaba saliendo con mi abuelo siete años. Un día, cuando fue a visitarla, lo atropelló un coche: "el recorredor de los Benítez". Un taxista de los taxis amarillos no vio el accidente, pero observó cómo algo volaba por encima de su coche y cayó en un cercado de millo. Entonces el taxista siguió su ruta, pero de regreso decidió ver qué había caído... Era mi abuelo, que se había fracturado la pierna por tres partes.

En la Clínica del Pino le escayolaron la pierna entera. Mi abuela iba a verlo todos los días. Uno de ellos, le estaba acariciando los dedos del pie y se le cayó un dedo a mi abuelo. Tenía toda la pierna engangrenada y se la tuvieron que amputar por el muslo.
Cuando llegó mi abuela, él estaba llorando y le dijo: "Déjame, Candelaria, porque a mí me muerde un perro y me golpea un niño". Mi abuela contestó: "Prefiero que pierdas tu pierna y sigas conmigo, a que no te la quites y te mueras. Ahora mismo traigo al cura y nos casamos. Mientras yo tenga mis manos y mis pies estén sanos, yo trabajaré para que no te falte nada".

Mi abuelo vivía en La Pasadilla, en lo alto del barranco de Guayadeque. Mi bisabuelo Antonio tenía un perro llamado Tigre. Este perro fue a llamarlo mientras dormía por el mediodía, porque mi abuelo José Gabriel se iba a tirar por el barranco, traumatizado porque le cortaron la pierna, y su padre, gracias al perro, se lo impidió.

Finalmente Candelaria y José Gabriel se casaron y tuvieron dos hijos.



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