martes, 20 de octubre de 2015

EL CONSUMIDOR. Alba Guedes 4ºB

El consumidor medio ya no se preocupa tanto de la cantidad como de la calidad de lo que come. Se demanda, en general, más fruta y verdura, se prefieren las carnes blancas a las rojas, las maneras de cocina esenciales han sustituido a las más tradicionales y las recetas de nuestros abuelos, a base de cereales y legumbres, han vuelto a aparecer en nuestras cocinas por su extraordinario valor nutritivo. En definitiva, se dedica mayor cuidado a la salud y al bienestar, y por ello se buscan alimentos más ligeros y biológicos.
Hoy en día, el contenido calórico de los alimentos interesa tanto como su sabor, porque se es muy consciente de los peligros que se derivan de una mala alimentación. De hecho se ha comprobado que la mayoría de los consumidores escoge los productos porque no hacen daño; sigue luego un consistente grupo que busca los alimentos más naturales, y otros que, además, los desean ligeros y digeribles. Esta tendencia se hace evidente en los supermercados: la zona dedicada a las hortalizas es cada vez más amplia y ofrece numerosas variedades, y ha aumentado enormemente la oferta de productos dietéticos, es decir, con una menor cantidad de grasa o azúcares.

Por su parte, la industria alimentaria se esfuerza por adaptarse a la nueva demanda con alimentos fáciles de preparar (a veces ya listos) y lo más ligeros posible, por lo que transforma auténticas delicias, como la mayonesa, en productos descargados de sustancias poco beneficiosas (lípidos). Actualmente se pueden encontrar en el comercio alimentos tradicionalmente grasos, como por ejemplo condimentos, quesos o derivados lácteos, en una versión aligerada entre un 20 y un 25% de materia grasa, lo que equivale a un 30% menos de calorías.
OPINIÓN PERSONAL: (Por Alba Guedes – 4º B)
En mi opinión, lo que el texto relata está bastante bien planteado, ya que si el ser humano no se empieza a cuidar lo suficiente, podría a empezar a desarrollar nuevas enfermedades y, posiblemente, algunas incurables.
Personalmente, yo no suelo revisar el nivel calórico de cada comida que consumo, pero muchas de las veces es por vagancia, ya que en el fondo me importa estar bien de salud.

Sinceramente, este texto me ha ayudado a replantearme el tema de cuidar mi salud con los alimentos que ingerimos habitualmente.

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