15 de octubre de 1480, embarcamos hacia algún sitio desconocido.¿ Donde?. No sabemos cuanto vamos a tardar, ni cuando vamos a desembarcar en algún lugar, pero aún así, estamos preparados para cualquier obstáculo que se nos cruce por el camino.
15 de octubre a las 10:50 , ya estamos en el mar con 30 hombres en el barco y todos trabajando para poder llegar antes , a las 14:10 ya todo estamos muertos de hambre y deseando que sea la hora de comer a los 25 minutos llamó el despensero para comer. Todos teníamos nuestra galleta y nuestro vino, a las 15:45 chocamos sin querer con una roca , menos mal que teníamos a nuestro carpintero que nos arregla cualquier brecha que tengamos en el barco. ¡Es un Manitas!.
A las 17:00 y todos habíamos terminado de hacer nuestras tareas y obligaciones que el capitán nos había ordenado, estamos agotados, algunos se ponen a contar historias que les hayan pasado, otros contemplaban el mar o algunos se ponían a tocar la armónica.
A las 19:00 ya estaba oscureciendo y a ser frío, al poco rato empezó a llover, el mar estaba revuelto, esto era un descontrol total, se nos rompió una cuerda que sujetaba algunas de las velas del barco, casi ninguno de los marineros pudo descansar esa noche.
16 de octubre de 1480, ya todo está tranquilo, cada uno se puso a hacer su tarea, al rato nuestro despensero se empezó a sentir mal, con fiebre muy alta y le empezó a salir bolsas enormes por todo el cuerpo, teniendo escalofríos y vomitando sangre. Todos estábamos muy preocupados, a cada hora un marinero se intercambiaba con otro para poder cuidarlo, a las 18:00 ya el pobre hombre no pudo aguantar mas y murió, todos les dimos su misa y a las 19:00 lo tiramos al mar. Nos sentíamos mal pero teníamos que asumir que esto pasa habitualmente.
A las 22:00 ya es hora de dormir, cada uno , menos el capitán que tenía su propio camarote, los demás dormíamos en la cubierta.
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