Cuerpos al sol, todo muy azul, y gente en el
agua, 20 grados de arena y sin rastro de
piedras que pisar, no sé, pero el Atlántico tiene algo más que especial. Dicen
que un día sin playa es un día perdido.
Para los grupos de 1º de Bachillerato ABC
quedó muy claro. Acostumbrados a pasar 6 horas sentados, frente a un profesor,
un calor insoportable y mucho tema que dar. Un día en la playa y en buena
compañía no viene nada mal.
El día nos acompañó en toda regla, mar en
calma, juegos, cielo azul y risas, muchas risas. Extranjeros con miradas
atónitas que transmitían la pura felicidad que nosotros transmitíamos al compartir
momentos inolvidables. De pasar a que te tiren arena en la cara…
Hubieron juegos que nos sacaron más de una
sonrisa, estos solos sirvieron para saber que estábamos más unidos. Montamos en
kayaks, pádel surf y la banana (que esta vez eran diferentes, por que eran dos
ballenas), ¡ay! Ese momento de éxtasis cuando sientes el agua salpicándote en
la cara y miras al de al lado, y ver,
que se lo esta pasando genial mientras todos gritamos por si nos caemos al mar….
Día que ha sido grabado en nuestra memoria y
que servirá para contarlo dentro de mucho tiempo.
Adolescentes que solo se lo quieren pasar
bien.
Nueve horas de sonrisas, de arena blanca y
abrazos.
Gracias.
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